ESTREPITOSO FRACASO DE LA POLÍTICA ENERGÉTICA
“Qué espera De Vido para asumir el estrepitoso fracaso de la política energética y renunciar?”, se preguntó el Diputado Nacional, por el GEN/FAUNEN, Omar Duclós.
Duclós
miembro de la comisión de Energía y Combustible de la Cámara Baja,
participó del plenario de comisiones, con la presencia del Ministro de
Planificación Federal Julio De Vido, la Secretaria de Energía Mariana
Matranga, el Secretario de Legal y Técnica Carlos Zanini y el Presidente
de YPF, Miguel Galuccio, en el marco del tratamiento de la nueva ley de
Hidrocarburos, enviada al Congreso por el Poder Ejecutivo, y con media
sanción del Senado.
“Después
de 11 años del estrepitoso fracaso de la política energética, a partir
de la caída empinada de la producción de hidrocarburos, como
consecuencia de la falta de planificación, inversión y gestión del
actual gobierno, el Gobierno nacional suma un nuevo capítulo a la
trayectoria de errores que nos cuesta muy caro a todos los argentinos”.
“Los
mismos que acompañaron la privatización de YPF en los 90, permitieron
el vaciamiento de la empresa en manos de Repsol que derivara en la
expropiación del 50% del paquete accionario, ahora vienen a proponer una
nueva ley de hidrocarburos que consolida el status quo de las actuales
concesiones, a las que nunca se auditó para verificar el cumplimiento de
los contratos. A estas empresas se les permitirá de manera directa
agregar también concesiones para explorar y explotar hidrocarburos no
convencionales, con prórrogas reiteradas que transforman a las
concesiones en casi perpetuas”.
“Son
los mismos que crearon ENARSA en 2006 con lo que se explotarían los
yacimientos off shore y sólo se utilizó para importar hidrocarburos, a
través de contratos de dudosa transparencia”.
“Ahora,
en lugar de sentar las bases para una política energética integral que
diversifique la matriz, actualmente concentrada en casi el 85%, con base
hidro carburífica, y el diseño de una nueva institucionalidad, que,
preservando el derecho de las provincias titulares de los recursos,
establezca una política energética nacional, previendo la inversión
pública y la privada, y el cuidado del ambiente, el gobierno tira por la
borda esta posibilidad e impulsa una ley con privilegios a las actuales
empresas concesionarias, abandonando la declamada búsqueda de la
soberanía energética por un puñado de dólares que necesitan para
intentar tapar agujeros de la política macroeconómica, descuidando el
medio ambiente y condicionando fuertemente al futuro gobierno”, finalizó
Duclós.
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