Días atrás se realizó la elección de intendente del partido de Pinamar, en la provincia de Buenos Aires. Por primera vez en esa localidad se utilizó el sistema de voto electrónico. A unos 40 minutos de finalizado el comicio ya se contaba con el resultado. Sin sospechas, sin robo ni ocultamiento de boletas, sin acusaciones de fraude ni manipulaciones. La población se había capacitado previamente y en los lugares de votación se dispusieron instructores que explicaban el uso del novedoso procedimiento. No hubo quejas ni críticas por parte de la ciudadanía. El resultado electoral fue favorable a una variante del oficialismo y en segundo término quedó la oposición. Unos días antes de ese domingo, en Gualeguaychú, el Concejo Deliberante rechazó el pedido de la mayoría de los partidos políticos que propusieron utilizar el sistema de boleta única para la elección de constituyentes municipales del próximo 29 de agosto. Argumentaron la falta de preparación de la sociedad, que no es el momento oportuno, que había decisiones partidarias que así lo ordenaban, etc. ¡¡¡Qué diferencias entre Pinamar y Gualeguaychú!!! Allá no sólo decidieron cambiar del sistema tradicional a uno novedoso sino que avanzaron más y directamente optaron por el voto electrónico, generando un hecho nuevo, auspicioso y bien visto por todo el país. Aquí, hay quienes todavía no se animan a dar ni siquiera un mínimo paso para dejar atrás la tradición de una boleta por cada partido que se presenta a elecciones aunque se sabe que este método está objetado y sospechado. ¿Por qué será que no quieren cambiar nada y que todo siga igual? Con lo sucedido en Pinamar se ha demostrado que la explicación de la falta de preparación y la ausencia de oportunidad no son tales. Más aún cuando una mayoría de la sociedad hoy se ha acostumbrado a utilizar medios electrónicos ya sea informáticos o como mecanismos de cobro de sueldos, jubilaciones y subsidios o de pago de cuentas, operaciones bancarias, etc. Aquellos que en Gualeguaychú se oponen a la boleta única, no tendrían que dar las razones sinceras de su pensamiento? O tendremos que quedarnos con el interrogante de un sector de ellos cuando se preguntaban públicamente si la boleta única se enviaba por correo a los electores? La respuesta es que no hay entrega ni envío previo de la boleta ya que esta se encuentra en poder de la autoridad de mesa quien se la facilita únicamente al ciudadano cuando este se presenta a votar munido de su documento de identidad. Ello es lo que impide el gasto superfluo de impresión de miles de boletas, y el consiguiente "emboletado" a los ciudadanos que muchas veces genera prácticas clientelares. Se evidencia así que ya sea por desconocimiento o ya sea por cuetiones que se ocultan, hay quienes han decidido no cambiar porque según ellos "no se puede". En realidad, el tema es totalmente al revés: en Gualeguaychú al igual que en Pinamar, QUERER ES PODER.
Dr. Osvaldo Daniel Fernández
Presidente Partido GEN Entre Ríos
(Generación para un Encuentro Nacional)
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