PARTIDO GEN
DECLARACIÓN DE LA MESA EJECUTIVA NACIONAL
Buenos Aires, Febrero 21 de 2020.
70 DÍAS DE UN NUEVO GOBIERNO
Argentina goza de una democracia formal consolidada que, sin embargo, no ha logrado satisfacer integralmente los derechos principales del ser humano. Las libertades esenciales son conquistas que no admiten retroceso y que nos han permitido construir una convivencia social basada en algunos principios comunes. Pese a ello, la enorme brecha de desigualdad viene siendo desde hace muchos años una marca registrada tanto en otros países de América Latina como en el nuestro. Las políticas focalizadas de combate a la pobreza no han sido eficaces para revertir esa situación y sus dramáticas estadísticas.
El crecimiento y el desarrollo dependen, en gran medida, del conjunto de normas e instituciones que rigen la vida democrática. Debemos reconocer el alto grado de precarización institucional que también afecta la confianza social. Revertir esta situación es un imperativo para que la educación, la producción y el empleo vuelvan a ser los puentes hacia un futuro de bienestar.
La política no ha estado a la altura. Tampoco el sector privado. La polarización, como estrategia electoral y comunicacional, ha penetrado también culturalmente creando divisiones irreconciliables que impiden reconocer errores propios como virtudes ajenas. Hay que reconstruir una voluntad de diálogo y cooperación con valores éticos, y una visión compartida del destino que queremos para nuestra Nación.
A 70 días del nuevo gobierno y en medio de una expectativa social que será difícil sostener, el desafío principal es dar vuelta la página del retroceso para salir de ese destino inexorable, poniendo eje en el respeto a los derechos, el acceso al conocimiento, la justa distribución de ingresos y recursos.
El gobierno de Mauricio Macri fue una sucesión de errores y políticas deshumanizadas. No resolvieron problemas, dejaron el país peor de lo que recibieron y fueron responsables de la vuelta a un pasado que debíamos superar. Y que regresa sin autocrítica con el riesgo de repetir lo que ya vivimos.
La justicia como garantía de derechos o como reaseguro de impunidad.
Nos preocupan los condicionamientos con que parece haber llegado el Presidente Alberto Fernández y que se manifiestan en la ocupación de cargos estratégicos y sensibles por personas vinculadas de manera directa con Cristina Fernández de Kirchner y la impronta de su último gobierno. Y también en los debates abiertos en torno a la justicia, la investigación de los hechos de corrupción, entre otros, que implican severas interferencias del poder ejecutivo sobre el judicial.
Entre esas cuestiones cabe mencionar la paralización de nombramientos, el retiro de pliegos, el intento de penalizar el negacionismo, el absurdo proyecto para crear un control de convencionalidad para prisiones preventivas en casos de corrupción o el intento de intervención del poder judicial de Jujuy.
La Justicia debe estar en el centro de la agenda política, pero no puede haber reforma creada por detrás de un escritorio en el poder ejecutivo para ser aprobada por el legislativo e impuesta sobre el poder judicial. Debe ser el resultado de un trabajo serio, académico, que rescate como objetivos la celeridad de los procedimientos, la eficacia de los resultados evitando la impunidad y garantizando derechos, y recuperando credibilidad en el sistema de justicia y sus actores.
El constante y agudo momento de violencia social.
Esta cuestión debe implicar también políticas públicas y un mayor compromiso social para disminuir los preocupantes niveles de violencia que enfrentamos a diario en distintas manifestaciones. La muerte de un joven a manos de otros jóvenes o la cantidad de mujeres que siguen siendo víctimas de la violencia y discriminación por género, son un fracaso que debemos asumir desde el estado y como sociedad, porque no estamos haciendo lo suficiente para que la interacción humana se base principalmente en el ideal de igualdad y respeto.
La economía sin plan, con único foco en la deuda.
Al mismo tiempo, creemos que, sin perjuicio de la centralidad del tema de la deuda, no puede éste ser el tema excluyente de la agenda económica de la Argentina. Retomar una senda de crecimiento y desarrollo, combatir eficazmente la pobreza y la desigualdad, depende de otras discusiones y decisiones, y sobre todo de la existencia de un plan integral que atienda la situación de la inflación, la productividad, empleo y salario, relaciones internacionales, inversión en la ciencia y la técnica, promoción de economías regionales y pymes. Hoy todo parece enfrascado en una difícil negociación con acreedores, a la que tampoco ayudan los conflictos internos en el gobierno que debilitan la autoridad del Presidente.
La economía no funciona sin plan y solo con manotazos para sostenerse a flote. Hay que salir del cortoplacismo y construir una nueva convivencia social.
A esos fines, esperamos que a la brevedad se avance en la creación de un ámbito institucional y permanente de diálogo y discusión de políticas públicas del estado como sería un Consejo Económico y Social con una amplia participación de actores de diversos ámbitos, en especial técnicos y universitarios, políticos, empresariales, gremiales y culturales.
Partido GEN: Nuestro aporte.
Nos comprometen las necesidades sociales y nos moviliza escuchar y atender las demandas y las expectativas del conjunto. Queremos cooperar en el debate de un mejor presente y un futuro con progreso e igualdad. Promovemos una cultura política con ideas y valores, con mayor protagonismo de mujeres y jóvenes que vienen abriendo el debate sobre una nueva ciudadanía. Y creemos en el progresismo de ideales y acciones que supere el relato y la mentira. Trabajamos para corregir nuestros errores, para mejorar cada día y recuperar la política como herramienta de transformación al servicio de un proyecto igualitario.
Margarita Stolbizer – Presidenta
Sergio Abrevaya – Secretario General